"¡Las Biblias protestantes no entrarán al Ecuador mientras el Monte Chimborazo esté en pie!" (dijo el funcionario de aduanas en Guayaquil mientras rechazaba envíos de Biblias cerca de 1838)
A pesar de esas palabras, la Palabra de Dios finalmente irrumpió en Ecuador en 1896 con los primeros misioneros protestantes y las oleadas de otros que siguieron. Sin embargo, ¡el Nuevo Testamento no estaría disponible para los quichua en su idioma hasta 1954 y la Biblia completa en 1988! Irónicamente, ese es el año en que Mary y yo visitamos Ecuador por primera vez, pusimos nuestros ojos en Chimborazo y el pueblo quichua.
Mientras el agente aduanal amenazaba con que la Biblia evangélica no era rival para el majestuoso Chimborazo, la palabra de Dios dice que cada montaña e isla serán removidas de su lugar (Apoc. 6:14), y mientras Ecuador puede ser el último país latinoamericano para permitir misiones evangélicas en su país, ya sea que el Monte Chimborazo se mantenga firme o caiga, ¡la Palabra de Dios llegó para quedarse!
¡Tu fe mueve montañas!
¡Esto no puede ser más evidente que en el pequeño país de Ecuador, donde ni siquiera las majestuosas montañas de los Andes pudieron retener la Palabra de Dios!
Quizás sientas que no tienes este tipo de fe y te preguntes ¿cuánta fe necesito para marcar la diferencia? Si tu fe está en Jesucristo y su evangelio, todo lo que necesitas es la fe de un grano de mostaza. Permanezca en Cristo y en Su Palabra, y ni siquiera las montañas de los Andes podrán interponerse en tu camino.
“…si tenéis fe como un grano de mostaza, diréis a este monte: "Pásate de aquí allá", y se pasará; y nada os será imposible.” (Matt. 17:20 LBA)
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