"Todas las teorías del aprendizaje se basan en supuestos fundamentales sobre la persona, el mundo y sus relaciones". El aprendizaje situado formula una teoría del aprendizaje basada en la práctica social... en la que la producción, la transformación y el cambio de identidades de las personas, las habilidades de conocimiento en la práctica y las comunidades de práctica se realizan en el mundo vivido de la participación en la actividad cotidiana.
Se analiza el concepto de internalización como lugar del aprendizaje. ¿Es el lugar del aprendizaje es principalmente cerebral o a través de la interacción social? Los autores proporcionan un análisis de las perspectivas de la zona de desarrollo próximo de Vygotskiy que aborda esta cuestión.
Hoy quiero hacer una pausa y procesar la proximidad del proceso de aprendizaje, y contrastarlo con el individualismo occidental y el colectivismo no occidental.
En la práctica social, “la zona de desarrollo próximo (se define) como 'la distancia entre las acciones cotidianas de los individuos y la forma históricamente nueva de actividad social que puede generarse colectivamente como una solución al doble vínculo potencialmente inherente a...' Acciones cotidianas”. Bajo tales interpretaciones sociales del concepto de zona de desarrollo próximo, los investigadores tienden a concentrarse en los procesos de transformación social. Comparten nuestro interés en ampliar el estudio del aprendizaje más allá del contexto de la estructuración pedagógica, incluyendo la estructura del mundo social en el análisis y teniendo en cuenta de manera central la naturaleza conflictiva de la práctica social. Ponemos más énfasis en conectar las relaciones entre los recién llegados y los veteranos en el contexto de la práctica social cambiante” (47-49).
Reflexión: En la educación cristiana debemos mirar más allá de la transformación social hacia la transformación espiritual y la idea de que ésta sea interna e individual, así como en el contexto social dentro de nuestra expresión cristiana cooperativa en la iglesia, el ministerio y el testimonio a los demás. En otras palabras, nuestra formación, nuestro discipulado, nuestra transformación espiritual como objeto educativo debe “situarse” en nuestra comunidad educativa de práctica.
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